Discipulado 26. MADUREZ ESPIRITUAL. Filipenses 3:15-21
Filipenses 3:15-21
Pablo cuando habla de sí mismo como perfecto (v.15), no lo dice en el sentido absoluto de vivir sin pecar, sencillamente hace referencia a aquellos que están desarrollados espiritualmente, maduros y capacitados para discernir entre el bien y el mal (Hebreos 5:14). Maduros espirituales, imitadores de Cristo, siendo testigos de él (Hechos 1:8) unidos en esa verdad divina (v.16). Pablo podía decir con plena confianza "sed imitadores de mí" porque él sabía que seguía a Jesús. El seguía el camino correcto.
Había quienes profesaban ser cristianos pero vivían vidas indignas de imitar, siempre enojados, amargados, preocupados, sintiéndose culpables por errores pasados; otros religiosos acostumbrados a sólo seguir reglas rígidas como la ley de Moisés. Meros testificadores religiosos pero no testigos fieles de Jesucristo. A diferencia de aquellos que buscan lo terrenal, como hijos de Dios hemos recibido el poder del Espíritu Santo. No significando eso que en todo nos irá bien y no cometeremos errores, claro que los cometeremos, pero ya no nos estancaremos en la culpa de lo hecho, echando a perder días enteros en sacrificio para compensar la culpa cometida.
Todos los maduros espirituales sienten una misma cosa, en una misma convicción, seguir el camino correcto (v.17-19). Maduros que saben como olvidar los errores del pasado, dejando de pensar en ellos, y prosiguen sin culpa hasta el fin. Jesús ya pagó por nuestras culpas! y él no necesita de nuestra ayuda! Dios nos pide un favor: "Deja ésto, olvídate. Te necesito y no me eres de mucho valor en esta condición".
Tenemos un derecho comprado con sangre de sentirnos bien. Un cristiano maduro espiritual sabe lo que es en Cristo, porque sabe que tiene una tarea por cumplir y no tiene tiempo que perder. (v.20-21). La pregunta de hoy es ¿en qué inviertes tu tiempo? ¿Eres un ejemplo a seguir para los que te rodean? ¿Eres testigo de Dios en esta tierra?
Que gran verdad. Pasamos tanto tiempo amargados en porque lo dije, porque lo hice, y sólo perdemos el tiempo, perdiendo el valor ante Dios, en vez de aprovecharlo en lo que realmente nuestro Señor nos pide, haciendo lo correcto, siendo imitadores de él. Decidiendo estar bien a pesar de que todo a nuestro alrededor no se vea bien o no vya bien. Decidiendo olvidar, en dejar de pensar en lo que pasó, porque la verdad ya pasó, y no hay vuelta de hoja. Decidiendo seguir porque tenemos una tarea por cumplir. :) Gaby
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